En este casi brillante día solamente planteo una cosa, la rebelión de las masas.
No en el plano Ortega y Gasset, más bien en lo particular el hecho de liberarse frente al hecho de temer el día en que la popularidad nos niegue su terreno. Ahora, pretendo ser ciego ante las señales de tránsito y caminar con medio bastón en mano y la otra parte que llene el vacío de mi caminar serán los espectadores que buenamente se dignen en reducir su valiosísimo ego para mirar lo que rara vez se atreven, sus errores.
El tema quedará inconcluso y mientras permanezca siendo uno de ustedes, ojalá que alguna fuerza superior a Dios, por lo tanto superior a la suya, me permita demostrar lo que realmente he visto, sin sacar lágrimas a los que no lo merecen.
Gracias por escuchar, viento y letras, mis testigos, lo demás no importa. El viento flagelará lo que como temporada deba irse, pues los capitalistas tienen razón en aplastar lo que se pasa de cursi. Con respecto a m´´i, yo solo anuncio mi nombre, no me declaro en libertad, sin embargo no solicito de un grupo sofísticado que me diga lo que debo sentir, pues sin su aprobación, ya siento que estoy al otro lado del Universo.
Friday, May 12, 2006
Sin un maldito nombre más que alcohol
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Ensayo breve
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