El mundo está envuelto por capas, y nosotros nacemos desnudos. La gente nos rodea y nos pone dignos para habitar esta porción de existencia: maquillaje, ropaje y máscaras. Antes no teníamos ropa y ser feliz no era una vanidad lucrativa.
La gente al andar por el bosque, se corta con las ramas del bosque y espinas. Así que se cubren, instinto de no dejarse lastimar, igual pasa con el espíritu. Ahora la gente (moderna y sofisticada) no saca su idilio a tomar el sol. El romanticismo ha muerto. Era muy cursi.
La gente más inocente camina con una sonrisa. Los un poco menos, también. Los unos por el asombro, los otros por el sarcasmo. Nadie puede ser feliz sin que se lo catalogue como idiota.
Admiro a la gente inocente y también a la gente optimista, ¿quién sabe si la vida es color de rosa? Esa es la tarea difícil después de todo, que para adormecer hasta la inconciencia, solo tengo que cortarme las venas.
Sunday, May 07, 2006
Canción del Inocente
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