- ¿Alguna vez has sentido admiración por algo que no entiendes, y que apenas puedes imaginar?
- Algo así… como cuando tienes una imagen de algo que no conoces pero en lo cual crees ciegamente; puede que las otras personas se imaginen este ente abstracto diferente, pero tú sabes que está ahí, aunque no puedas realmente delimitarlo con tu mente…
- Sé a lo que te refieres pero no te estoy hablando de eso. Te estoy hablando no de un sustantivo imaginístico, no de un “algo” creado con propiedades entre cognoscibles e ininterpretables, sino de sentir admiración por un ente abstracto en sí mismo, no necesita tener forma, pero de alguna forma es bello.
- O sea que si tiene forma, no física, pero para ser bello tiene que estar adherido as algún sentido, ¿de que otra forma podría parecernos bello? Talvez un ejercicio matemático pueda parecerte bello, ¿a eso te refieres?
- No exactamente, pero me gusta lo que piensas. Linda, para serte sincero, aunque en parte te decepciones de mí, me refiero a tu mirada.
- Mmm… Eso si no me lo esperaba ¿no que no tenía forma? Mi mirada en cierto sentido tiene forma, yo me esperaba algo más difícil.
- No es como se ve tu mirada: aquí viene la parte difícil. No es lo que me quieres decir con tu mirada, no es la ternura ni el reflejo ni la profundidad, no es algo que veo con mis ojos, es algo que no puedo ni imaginar pero me parece estéticamente bello, es algo que sólo está en mi mente pero ¡sé que existe porque existe en cada uno de nosotros!
- ¿Mi alma?
- ¡No estoy hablando de un sustantivo!
- Ya lo sé… a veces es muy difícil entenderte, talvez sea mi deseo por ti…
- Casi…
- ¿Casi? ¿Me lo vas a decir?
- Es tu miedo
- ¿Crees que te tengo miedo?
- No es que me tengas miedo, es tu miedo en sí mismo. Tu mirada lo que me dice es que lo sientes, nada más, es el único vehículo que me lleva al siguiente paso. No es que me guste que me tengas miedo y no quiero provocarte eso.
- Pero ya me estás asustando…
- ¿Si ves? Ahora sé que está ahí, y por algún motivo, quiero que trates de entenderlo para que no creas que soy un tipo totalmente irracional. Ahora que sé que existe tu miedo, disfruto de él porque es hermoso. Una vez más, no quiero que me malinterpretes. No disfruto de que me temas, pues no es mi intención sentirme dominante sobre ti, eso no está cerca del placer que siento, es un placer meramente estético, desinteresado, es algo loco, lo sé, pero tienes que entenderme…
- Trato…
- No quiero que me tengas miedo, es simplemente tu miedo. Tu miedo es como escuchar canciones de pajaritos llegados hace poco del paraíso…
- Voy a pensar que me quieres mandar a mí al paraíso
- ¡Cállate!
- …
- No fue mi intención gritarte, es que no me estás entendiendo. No soy el loco agresor que disfruta de tu dolor. No tiene que ver con nociones sadomasoquistas ni religiosas ni nada por el estilo, yo soy meramente un espectador de tu miedo, y no me gusta porque te haga sufrir, tampoco porque sé que puedo rescatarte de tu miedo erigiéndome como tu salvador, ¡Todo eso está fuera de contexto! Tu miedo es como ver un cuadro, y no lo estoy viendo como un maldito psicólogo sino como el primer primate que se paro a contemplar las estrellas ¿entiendes? ¡El mono no quería comerse las estrellas, no quería aparearse con ellas, no quería ser su maldito dueño! Estaba feliz por lo hermosas que son, porque el desgraciado las vio hermosas, así es como yo veo tu miedo, es bello, pero jamás te haría daño…
- ¿Ni para escuchar los pajaritos…?
- No llores, tu miedo es algo especial, pero no entiendo como puedo verlo así… las canciones de los pajaritos son bellas y melancólicas, casi puedo escuchar su canción, pero no creo que te lastimaría por eso… ¿realmente hay algún ser humano que pueda ver los miedos de otra persona así?
Monday, April 16, 2007
Tus miedos son como canciones de pajaritos llegados hace poco del paraíso
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