X estaba escribiendo, y lo hacía frecuentemente para sí mismo. Un día se dio cuenta que jamás entendería realmente lo que sus escritos decían, no habría la magia para descubrir que nueva palabra viene adelante y que milagros ocultos pueden estar entrelazados con las letras, pues el conocía todos sus trucos. Ese día, se lo leyó a alguien cercano, su amiga Y, a quien le gustó lo que había escrito. Decidió entonces desde ese momento que escribiría a los demás, si, logró transmitir un pensamiento a alguien más, eso significa que su estancia sobre la Tierra (sobre la tierra), tenía un pequeño significado, y justamente era trabajar con significados.
¿Sobre qué escribir? ¿tengo algo que decir? Eso es lo más difícil, debo aprender algo si quiero enseñar algo, no repetir palabras ni moldearlas de manera que en su conjunto se transformen en una cosa, sino, usar las palabras como medio para, a través de mí, canalizar el mundo y que la gente vea las cosas un poco más como yo las veo.
Si, esta fue la gran idea de X, quien a tropezones se inició publicando su alma, poco a poco, desgarrando tristezas y palabras ajenas, todo para ser leído. La sinceridad le trajo un poco de problemas, pues las críticas le llegaban directo al ego, el silencio no era sólo una brisa sino también un invierno infernal de esos que había visto en la televisión. ¿Porqué todos hemos visto la nieve en la televisión verdad?
Parecía que a unos no les importaba la nieve de la televisión, ni entendían una metáfora con un olor de rareza y prejuicio, hacía del extranjero un simple forastero en el mundo de lo eterno, pegado al piso (usando este tipo de metáforas). ¿Pero que sabe X de una metáfora? Y, su amiga, le dijo que ahora ya nadie habla por hablar, que se debe pensar, y sólo es bueno lo que alguien se atreve a decir que es bueno.
Para X era muy amargo llegar a su Universidad, leer sus poemas en clase y mirar las caras de los que se niegan a entender, de los que no entienden y de los que tienen miedo de asentir con la cabeza pues puede que a algún padrino no le guste, por lo tanto "a mí tampoco me debe gustar". X se dio cuenta que escribía para agradar a los padrinos, pues con eso, agradaría a todo el mundo, pero entonces olvidó que antes, el escribía para sí mismo.
FIN
X, Y y yo, nos preguntamos siempre para quien escribimos, para quien cantamos, para quien reímos, para quien posamos y sacamos nuestra mejor sonrisa, para quien odiamos, para quien fingimos que escribimos y pretendemos decir con palabras lo que no podemos o dejamos a las palabras que digan por nosotros, mágicamente lo que no sabemos....
Quisiera saber si alguien sabe para quien escribe.
Wednesday, August 30, 2006
El que dirán
Labels:
Ensayo breve
Subscribe to:
Comment Feed (RSS)
|