La necesidad permanente no puede ser ahogada
en un vaso de agua que es la conciencia.
¿y por qué escribes?
Ovidio dirá en la primavera de la ilusión
que para alcanzar la inmortalidad.
¿Qué inmortalidad puedo alcanzar yo?
En la etapa de las cerillas quemadas,
cuando los rostros son inabordables
y la tristeza empaña las certezas boreales.
Un yo suele disfrazarse de representación
De ese mismo yo; pero sin cuerpo.
¿por qué te alimentas?
Tertuliano dijo en el verano de la fe
que ésta se basta a si misma.
¿Qué fe puedo tener yo?
Cuando los dogmas son en sí mismo absurdos,
los orificios han sido violados
y los malhechores se extinguieron por completo.
Me pintaron el vacío y lo que no es profundo
resultó tan solo ser un negro.
¿por qué estás?
Kant dijo en el otoño de nuestra cadencia
que ni representar lo falso es real.
¿Qué existencia puedo alcanzar yo?
Inmiscuido en el optimismo práctico,
(democratización de máscaras)
y la explotación de caprichos efervescentes.
Los ladridos son mordidas que evaden
las rejas que dan paso al desaliento.
¿Y por qué la palabra?
Voces dijeron en el invierno de la extinción
que soy una mezcla de gen y circunstancia.
¿Cómo es que puede estar el yo?
En los rótulos del presente
tan sólo se escribe lo que vende…
Y no puedo vender la palabra.
Wednesday, June 20, 2007
Estaciones
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