Tuesday, June 27, 2006

La mortal e intrascendental batalla

Estaba sentado en mi cama, cuando de casualidad noté algo diminuto e inexplicablemente llamativo que se movía sobre ella. Primero pensé que era una nueva especie de insecto (situación que no es rara para mí en esta tierra tropical), pero me acerqué y me di cuenta que a falta de uno, eran dos, una muy conocida hormiga y un muy conocido mosquito, este último de esos muy pequeños, los "tilingos".

La pequeña hormiga, sostenía al otro insecto con unas tenazas imposibles de distinguir, pero que tenían la fuerza suficiente como para impedir al mosquito que escapase, este último desesperadamente tratando de salvarse.

La manera tan aferrada del tilingo de luchar por su vida me conmovió, entonces decidí liberarlo de su cruel destino. Me quedé observando unos segundos más, y descubrí otra situación. Me puse a pensar en la hormiga, cuanto esfuerzo hacía para llevar el alimento a su colonia, luchaba con un ser más grande y sin embargo no cedía. Otro detalle, la hormiga apenas avanzaba. Lo cual significaba, que su esfuerzo era en vano, aunque nunca llegaría a ningún sitio, no pensaba rendirse.

Entonces quise llevar a la hormiga al suelo, seguramente así sería mucho más fácil llevar su presa a su destino, tálvez lleguen otras hormigas, quien sabe....

Pero no, no era justo que yo interviniera. Ambos luchando por sus vidas y yo, intercediendo estaría muy mal. Lo más justo me pareció dejar que entre ellos se decida su destino. Traté de alejar mi mente de esta mortal y a la vez intrascendental batalla, pero no pude. La inducción me llevó a lo obvio, ambos morirían. Decidí practicar la eutanasia.

La vida no tiene sentido.



Sunday, June 18, 2006

Familia Babilónica


Las tradiciones son de lo más variadas, teniendo como fiel prueba al mundo en que vivimos, como cada cultura se acomoda a cierto modo de vida y como sigue las pautas de ellas por ser simplemente tradición, inconscientemente. Deben haber ciertos motivos para que una u otra ley entre en vigencia en un pueblo y se acople a sus costumbres, pero se podría decir que mientras exista armonía en un pueblo, nadie piensa realmente si una de estas normas puede estar mal encaminada.

Babilonia tenía una concepción moral de lo más extraña para nuestra cultura, pero interesante en cierta forma:

- En Babilonia las mujeres eran obligadas a prostituirse una vez al año en el templo de Milyta.

- Según Heródoto, ninguna mujer debía llegar virgen al matrimonio, y debía tener al menos una vez en su vida relaciones sexuales con algún extranjero, en el templo de Venus.

- Consideraban positivas las uniones libres como "matrimonios de ensayo".

- La familia en ciertos casos era considerada como un bien, el esposo podía comprar una esposa o venderla junto a sus hijos.

-Eran matrimonios monógamos, el hombre tenía superioridad sobre la mujer y la infidelidad era duramente castigada: " si un dedo acusador se ha dirigido contra una mujer a causa de otro hombre, y aún cuando no se la haya sorprendido acostada con el mismo, por consideración a su marido, deberá arrojarse al río" El Código de Hannubi (código que tenía leyes hasta para los animales).

Enciclopedia Jurídica Omeba. Driskill S.A. Tomo XI Evolución histórica de la familia

http://www.occultopedia.com/b/babylon.htm

Monday, June 12, 2006

Nadie de testigo

Los gritos ya son familiares, pero los rostros son aún desconocidos. Eso cuando no hay nadie en la casa, es decir cuando sólo hay una persona, si no hay alguien ¿cómo podemos decir que no hay nadie?

Es entonces cuando su voz se manifiesta, tan reverberada que es costoso descifrar su contenido verbal, a diferencia de saber lo que está diciendo. Son gritos, insultos y golpes, todo en una armonía llamada maltrato, definitivamente existe el equilibrio. Si, hay sentido cuando al final del conjunto, hay un llanto, entonces las palabras sobran dentro de la explicación, el llanto, más agudo, choca con las paredes y al llegar a las orejas las hace vibrar debido a aquello que llamamos compasión.

A nadie le gusta estar solo(a) en este lugar, por eso conversamos o escuchamos la respiración del otro, es suficiente. Y a veces nos culpamos por no hacer nada al respecto, pero no sabemos si los golpes son parte de su cultura, si eso lleva a una determinada conducta, fruto del esfuerzo de maltratar a su propia sangre. Mientras las generaciones son más antiguas, más parcas las personas ante la agresión de un niño por parte de la figura paternal.

Pero eso no es razón suficiente, el motivo debe ser otro. La verdad es que no se sabe de donde vienen el grito y los llantos en su respectivo orden, cuando salimos de la casa, no escuchamos nada, jamás hemos visto un niño en este barrio apáticamente tranquilo. Hemos visto ciertos rostros, pero nuestro camino continúa, pues nada en su expresión amarga y cotidiana nos da algo en que pensar.

Lunes. Día en que no había nadie aquí, yo estuve para confirmarlo. Esta vez los golpes se materializaron al punto de dar vida a una imagen. En este orden, pasos acelerados (zapatos formales o de colegio del lunes), puerta bruscamente cerrada, nudillos pidiendo salvajemente paso, madera rompiéndose, grito escalofriante (era una niña, ahora lo sabía), pasos tan pronunciados, golpes, muebles arrastrados, aullidos en forma de sal de ahí, golpes, ruegos, más golpes, silencio.

Tal silencio, las ventanas no enseñaban nada. No, nadie sacando un cadáver, nadie enterrando nada como en las películas. El silencio, que tenía forma de ruido sentenció este lugar para siempre, ya ni nosotros nos escuchábamos. Creímos haber perdido el sentido del oído, me pareció en vano decir algo. No sabíamos si había alguien en aquel utópico lugar, pues nadie estaba ahí para confirmarlo. A falta de oído, fuimos desarrollando el sentido del olfato. El olor a muerte era tan insoportable, que simplemente no volvimos a ese espeso lugar.

Wednesday, June 07, 2006

Cabalgando

Corriente cálida en segundo inerte,
cuerpos ardidos, dirección noroeste,
bombos de guerra nacen del pecho,
canto en forma de sudor frío,
inflaman un espasmo incandescente.

Lujosas riendas son hilos de oro,
truenan cascos mas son gemidos,
cabalgando fe en un sólo sentido,
crin de viento mezclada y urdida,
dedos fáciles, perfume y aceite.

Como arena veo mar y cielo,
o al menos, los veía,
mezclándose ante mis ojos.
Ahora ciego voy con ellos,
Cabalgando en un mismo sentido.

Cabalgando a ritmo no sabemos,
si yo el amo o tú mi dueña,
llevas el paso, yo las riendas.
Empapado de tu fuego ahí me dejas
en el suelo, dentro, lo que engendra.

El drama del desencantado

...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.

FIN

Cuento de Gabriel García Márquez

fuente

Saturday, June 03, 2006

Nano - albañiles (una “tecnología” no artificial)

Me siento como una serie de personas. Mejor dicho, como miles de personitas reactivas en una. Quisiera saber que me ocultan estos masones que han trabajado para mí durante tanto tiempo, en silencio, y en ningún momento se preguntaron porque lo hacían, o al menos eso es lo que me hacen creer.

Pero yo sé que ellas saben porque tengo esta cara y ciertos males que me asechan, también saben por qué es tan difícil amar y me motivan a sentir alegría, y tristeza como necesidad. Pero no culpo a estos pequeños seres, por hacer de mi vida un infierno cuando quiero gritar y de hacérmela tan fácil cuando quiero soñar, sólo me ponen el camino, la voluntad viene del apéndice.

En la tarde me comí un sánduche, por lo consiguiente las personitas que me componen también lo hicieron, la mayoría estuvieron satisfechos, pero siempre hay uno que otro que reclama, la democracia sólo existe en estas personitas, son las únicas que saben manejarla correctamente.

Sueño con poder preguntarles ¿hace cuanto tiempo ustedes fueron yo, al menos en parte? Sería demasiada coincidencia que todo mi mudable ente (incluyendo al que no se muda) estuvieron alguna vez juntos.

Quisiera también concocer si ustedes pueden preguntarse algo, o al menos reír, divertirse cuando siguen a un grano de arena de arriba abajo, tienen suerte de tener tanto tiempo para viajar con la partícula, alguien debería sacar provecho a ello, sólo porque debe ser hermoso, no porque pueda hacerse de ello un espectáculo (Dios los libre del capitalismo).

Personitas tan no personas, gracias por dar luz y sombra, por hacer que las personas grandes queramos estar juntas, y en cierto aspecto imitarlos a ustedes, con pequeños tropezones para ir avanzando, en busca de lo que dejamos hace mucho tiempo, caminando hacia el frente, únicamente para regresar.