Sunday, April 29, 2007

La nueva Aldea*

Hijo:

Ha llegado el momento en el que tu destino como miembro de esta comunidad va a ser cumplido. Desde este momento, te independizas parcialmente para establecer y fundar una nueva aldea que llevará su propio nombre y de la cual serás algo más que un padre. Llegó uno de los momentos más importantes de tu vida, y sé que sabrás aceptar la misión que te ha sido encomendada tal como a todos nosotros.

Sé que en el momento en el que leas esta carta te sentirás confundido, sólo y falto de muchas cosas. Lo único que puedo hacer es darte fuerza y creer en ti, aunque sea un arcaísmo, aunque sea tan sólo como un juego irracional. No confío en ti solamente porque así lo digan las estadísticas o porque se hayan tomado todas las precauciones necesarias. Creo en ti porque desde que naciste hallé una chispa incansable de luz que te brota desde dentro, y, porque a pesar de que eres nuevo ser viviente, halló en ti la sabiduría necesaria para llevar a cabo la tarea que te ha sido encomendada.




No voy a desperdiciar palabras vanas dándote detalles técnicos acerca de cómo deberás cumplir tu trabajo, pues eso ya te será otorgado. Yo, en lugar de eso, quiero darte una visión de lo que significa la vida y que sólo con el tiempo entenderás. La vida es un momento determinado, un espacio de lucha, un fuego que trata de incendiar el mundo circundante. Sólo observando te darás cuenta lo maravilloso que es ver crecer vida y como esta se alimenta de sí misma con una energía infinita. Incluso la muerte es hermosa, no sólo por ser necesaria sino porque es un paso de generosidad con los que te rodean. Así también, te sucederá en algún momento, y como lo hice contigo, cederás tu existencia a alguien más para que ocupe tu lugar en otro nuevo mundo.

No temas a la eternidad ni sufras por los que morirán. Por otro lado, te darás cuenta de lo necesario que es dejar de existir, viendo como bajo tu benévola mirada todos intentar armonizar y caotizar. Las criaturas que van brotando se harán más fuertes e irán creciendo poco a poco, aumentando sus capacidades y en algún momento, su comprensión del mundo. Te agradará el momento en el que infantilmente empiecen a evocarte y a darle tu nombre, gracias al miedo y a la admiración, a las cosas que no entienden. Te darán muchos nombres por cierto, y no entenderán quién eres hasta el final de los tiempos…

Fundar un planeta es nuestra justificación ante la existencia y un deber ineludible tomando en cuenta lo maravilloso que es. Si hemos sido dotados con casi todas las respuestas, aun hay millones de preguntas que sólo podrán ser contestadas en la imaginación, y hay millones de preguntas que sólo entenderás cuando veas a tu creación luchando, sin ayuda, ante las inclemencias de la vida, y entenderás, poco a poco, con que esfuerzo se ha luchado para llegar a lo que somos ahora.


Si tu planeta es destruido por sí mismo o por cualquier catástrofe, acepta tu muerte resignado, yo sé que lo harás. Viajar miles de años luz, en vano parecerá, para que cualquier catástrofe, interna o externa destruya todo ese manar de energía y belleza acabe con todo sin tregua. Pero eso es parte de la vida, y si las cosas tienen que darse de esa manera, jamás lo calcularemos, ni tampoco hay quien tenga más o menos suerte. Seguimos las leyes de la vida tal como nos las han sido otorgadas desde el comienzo de los tiempos. Y si me preguntas por que tienes que morir, bueno, esa necesidad despertará en ti, es simplemente como deben ser las cosas.

A fin de cuentas ¿qué es un Dios sin su creación? Aunque sientas que ocupas un lugar superior, eres simplemente un engranaje más, así que no dejes que esa palabra “Dios” se te suba demasiado a la cabeza. Como miembro de tu comunidad, velarás por ellos, de una forma tan hábil que jamás te alabarán por lo que eres, sino por lo que crean que eres. ¡Si haces bien tu trabajo te alabarán por lo que no hiciste, como el sol y las estrellas, y te ignorarán por lo que realmente haces!

La vida no nos garantiza seguir vivos, y nuestra vida está subordinada a tu nueva comunidad, que sin entenderte, te entenderán, sin saber tu verdadero nombre, te nombrarán; y si la vida lo que quiere es que lleguen a conocerte en algún momento, te conocerán y compartirán tu vida, ya no te sentirás sólo, y encontrarás un placer nuevo, que es el que yo experimento al escribirte ahora, justo antes de mi muerte (con la satisfacción correspondiente por haber cumplido con mi deber, del cual el éxito se verá reflejado, en la eternidad, por ti), en el momento que he estado esperando durante mucho tiempo y cuyos frutos no tendré el placer de ver; esto es enviar una nueva vida a un planeta lejano para fundar otra; una nueva vida que en realidad es vieja, eterna… una nueva vida que conocí desde que fue una bacteria.



*Traducido del idioma Eternum 0001 al español por el Papa Espacial





Monday, April 23, 2007

Suicidio y Causalidad (especulaciones)

Podemos reducir nuestra existencia a lo más básico, sobrevivir. Pero sobrevivimos no sólo como individuos sino también colectivamente. Hay tanta gente en el mundo, que el suicidio sólo nos importa como condición plausible a una cercanía nuestra, no como incidente capaz de una destrucción masiva, porque es biológicamente imposible. Hay suicidas, porque la naturaleza nos lo permite, y es “tan infrecuente…” Si somos entes programados por agentes externos, ¿por qué crear un sistema de auto sabotaje? Y si somos individuos independientes, ¿por qué destrozar lo que debe estar en primer lugar debido a nuestra condición de seres dotados de existencia?

Creo que ahí entra nuestra independencia con respecto al automatismo, nuestra ruptura con la naturaleza, ahí sale a flote nuestra mitad únicamente humana, cultural. Leí en algún lado, que un filósofo llamado Pico Della Mirandola, había propuesto nuestra existencia de esta manera: Dios creó al mundo, y le asignó a cada cosa una función específica, por ejemplo, los tigres no pueden dejar de cazar, las plantas son estáticas y tienen, como el resto de cosas, una meta fija. Los seres humanos, por el contrario, somos seres inacabados, seres que tenemos la obligación de construirnos a nosotros mismos, ahí radica nuestra libertad y nuestra grandeza. El resumen grosero de esta ingeniosa propuesta nos indica que poseemos una cierta libertad para crearnos, para hallar un puesto no asignado dentro del universo. Con esta postura, no asumo la libertad total (es más, soy un fervoroso seguidor del determinismo causal) pero cedo al hombre una libertad, como especie, de construirnos.

No he investigado lo suficiente con respecto al suicidio, pero normalmente se da debido a causas más fisiológicas o patológicas que por cualquier otro motivo. Es decir, según lo que he leído esta conducta queda simplificada a una mera enfermedad. Es probable, sin embargo, también quedaría analizar el efecto en el medio en el que se produce semánticamente. Mucha gente habla del suicidio, y he escuchado esta analogía relacionada con los poetas. Es un aspecto curioso, que sugiere una pueril ignorancia pero no creo que deba ser tomado a la ligera. La gente que relaciona la lírica con el suicidio debe tener un cierto temor a la exploración interna, pues, como se dice “puede llevar a la locura”. Creo que este miedo, aunque con pautas significativamente sociales, también acarrean consecuencias a nivel más íntimo, donde pueda crearse un cierto miedo a uno mismo, fundamentado no sólo con lo que se ve y lo que se escucha, sino también a lo que se experimenta.

El suicidio en algunos casos debe tener algún justificativo lógico, y suele convertirse entonces en un asunto simbólico. Muchas personas han muerto y seguirán muriendo sacrificando su vida por algún ideal. Por lo tanto, desde cierta perspectiva, no nos vemos únicos y solipsistas, necesitamos comunicar, y necesitamos existir, no sólo por nosotros sino también por los demás. Tenemos conciencia y nos vemos como individuos, pero también creemos en la unidad a la que llamamos “seres humanos”, y vivimos, en realidad, no por nosotros mismos, sino también por los demás. El suicidio puede ser visto como algo egocéntrico, pero se la realiza (justificada o no), por los demás.

Vivo

El vivir invade el reino
desde el respirar,
hasta el imaginar desenfrenado.
Si estoy en el suelo, tendido,
puedo estar más vivo
que una amapola estallando en el desierto.

Estoy vivo, aún con mis pupilas
volcadas hacia adentro,
aunque adorne luces
con hoyos negros.
Aunque no cante sino que calle,
así imagine más de mil veces,
que muero de desencanto.

Estás viva, crisálida,
aunque cubras con recelo
aquel fuego lento de colores vivos
que alguna tarde, muy lento,
bajo la sombra oscura
de algún árbol siniestro,
borrará lánguidamente tu último destello.

Monday, April 16, 2007

Tus miedos son como canciones de pajaritos llegados hace poco del paraíso

- ¿Alguna vez has sentido admiración por algo que no entiendes, y que apenas puedes imaginar?
- Algo así… como cuando tienes una imagen de algo que no conoces pero en lo cual crees ciegamente; puede que las otras personas se imaginen este ente abstracto diferente, pero tú sabes que está ahí, aunque no puedas realmente delimitarlo con tu mente…
- Sé a lo que te refieres pero no te estoy hablando de eso. Te estoy hablando no de un sustantivo imaginístico, no de un “algo” creado con propiedades entre cognoscibles e ininterpretables, sino de sentir admiración por un ente abstracto en sí mismo, no necesita tener forma, pero de alguna forma es bello.
- O sea que si tiene forma, no física, pero para ser bello tiene que estar adherido as algún sentido, ¿de que otra forma podría parecernos bello? Talvez un ejercicio matemático pueda parecerte bello, ¿a eso te refieres?
- No exactamente, pero me gusta lo que piensas. Linda, para serte sincero, aunque en parte te decepciones de mí, me refiero a tu mirada.
- Mmm… Eso si no me lo esperaba ¿no que no tenía forma? Mi mirada en cierto sentido tiene forma, yo me esperaba algo más difícil.
- No es como se ve tu mirada: aquí viene la parte difícil. No es lo que me quieres decir con tu mirada, no es la ternura ni el reflejo ni la profundidad, no es algo que veo con mis ojos, es algo que no puedo ni imaginar pero me parece estéticamente bello, es algo que sólo está en mi mente pero ¡sé que existe porque existe en cada uno de nosotros!
- ¿Mi alma?
- ¡No estoy hablando de un sustantivo!
- Ya lo sé… a veces es muy difícil entenderte, talvez sea mi deseo por ti…
- Casi…
- ¿Casi? ¿Me lo vas a decir?
- Es tu miedo
- ¿Crees que te tengo miedo?
- No es que me tengas miedo, es tu miedo en sí mismo. Tu mirada lo que me dice es que lo sientes, nada más, es el único vehículo que me lleva al siguiente paso. No es que me guste que me tengas miedo y no quiero provocarte eso.
- Pero ya me estás asustando…
- ¿Si ves? Ahora sé que está ahí, y por algún motivo, quiero que trates de entenderlo para que no creas que soy un tipo totalmente irracional. Ahora que sé que existe tu miedo, disfruto de él porque es hermoso. Una vez más, no quiero que me malinterpretes. No disfruto de que me temas, pues no es mi intención sentirme dominante sobre ti, eso no está cerca del placer que siento, es un placer meramente estético, desinteresado, es algo loco, lo sé, pero tienes que entenderme…
- Trato…
- No quiero que me tengas miedo, es simplemente tu miedo. Tu miedo es como escuchar canciones de pajaritos llegados hace poco del paraíso…
- Voy a pensar que me quieres mandar a mí al paraíso
- ¡Cállate!
- …
- No fue mi intención gritarte, es que no me estás entendiendo. No soy el loco agresor que disfruta de tu dolor. No tiene que ver con nociones sadomasoquistas ni religiosas ni nada por el estilo, yo soy meramente un espectador de tu miedo, y no me gusta porque te haga sufrir, tampoco porque sé que puedo rescatarte de tu miedo erigiéndome como tu salvador, ¡Todo eso está fuera de contexto! Tu miedo es como ver un cuadro, y no lo estoy viendo como un maldito psicólogo sino como el primer primate que se paro a contemplar las estrellas ¿entiendes? ¡El mono no quería comerse las estrellas, no quería aparearse con ellas, no quería ser su maldito dueño! Estaba feliz por lo hermosas que son, porque el desgraciado las vio hermosas, así es como yo veo tu miedo, es bello, pero jamás te haría daño…
- ¿Ni para escuchar los pajaritos…?
- No llores, tu miedo es algo especial, pero no entiendo como puedo verlo así… las canciones de los pajaritos son bellas y melancólicas, casi puedo escuchar su canción, pero no creo que te lastimaría por eso… ¿realmente hay algún ser humano que pueda ver los miedos de otra persona así?

Tuesday, April 03, 2007

Para entendernos, analogémonos

El yo tácito escribe; la soledad. Esto es posible porque no formo parte de la unidad, porque me desligué de los otros para ganar una experiencia. Es una forma distinta de evolución, aunque sigue siendo la misma. Evolución: adaptación. Dos individuos similares se separan, y el medio que les rodea cambia. Después de miles de años se reencuentran, pero son diferentes, están readaptados. Inteligencia: evolución.

Estos seres, un día mágico de contemplación, que pudo ser al cielo o al reflejo, tuvieron noción de su existencia, de sí mismo, y tuvo una readaptación. Separación: inteligencia: evolución. Ahora la experiencia ya no es procesada por la inteligencia madre que hace asimilar al organismo al medio circundante. Ahora el espécimen busca adaptar el medio (y el miedo) a sus necesidades. Separación: soledad. La soledad marca un nivel de experiencia mucho más productivo. Inteligencia: comunicación.

Las palabras no son mías. Agregando el yo tácito: Yo digo que las palabras no son mías, ni las letras, ni el pensamiento ni el yo mismo. Soy un mero artesano que trabaja por medio de analogías. No existen las barreras de la comunicación, solo el consenso, la cultura, la colectividad simbólica. Para entendernos, analogémonos. Símbolo: unidad. Digamos rosa, la rosa roja entre las espinas. La rosa roja entre las espinas decoloradas. Los labios, la mujer, la sangre, la vida, por donde nace la vida. Por donde empieza la muerte.

No existen las palabras aisladas, no existe la incapacidad artística; existen los consensos. Cultura: chantaje. La separación nos disgusta, la separación nos fabrica un ego, la separación nos vuelve individuos; sólo Dionisio nos junta una vez más para retozar, delirar, volvernos hacia el todo, hacia la inteligencia madre. Cultura: unidad: delirio: felicidad. La felicidad es arte. Dionisio es arte. La instrumentalización humana, delirio fabricado en el ensueño. Una súper borrachera que nos consume de calor. Una vez más los soñadores despiertos dependen del frenesí. Orgasmo: vida. Ensueño…