Friday, May 16, 2008

Te amo

Crucificaré estas dos palabras en lo más alto del infierno.
Ya que las han pisado, imprecado y malgastado,
tal como al mismo Cristo en su ascenso a la gloria.
Pero no habrá más gloria para estas dos palabras,
sino muerte, olvido, profanación; estupro maldito.

Y aquel que las mencione, ¡oh grandísima calumnia!
beberá de los manantiales de la tragedia,
se sumirá en el más pueril de los charcos del estiércol.
¿Qué has hecho, raza humana, con estas dos palabras?
has limpiado tu blasfemia,
la has traducido en lodo afeminado, en canciones de cuna,
la has abandonado en el más fútil de los sueños…
Pero aún no la has olvidado.

¿Qué has hecho raza maldita,
para hacer de tu más bendito bien
el papel higiénico de tus trivialidades?
ahora sólo puedo nombrar, esas dos palabras,
para escupirlas y despedirlas,
colgarlas en lo más alto de la miseria,
y darles un funeral terrible; un último golpe.

Así que…
Crucificaré estas dos palabras en lo más alto del infierno,
ya que ninguna de las eternidades del ser humano,
basta para limpiar la mancilla de su propio esqueleto.
Así que… pronunciaré una vez más: “te amo”;
sólo para que el odio de todas las galaxias termine de aniquilarlas por completo.]